Wednesday, October 19, 2011


Yugo y Estrella

"JOSE MARTI"

Cuando nací, sin sol, mi madre dijo:
-Flor de mi seno, Homomagno generoso,
De mí y de la creación suma y reflejo,
...
Pez que en ave y corcel y hombre se torna,
Mira estas dos, que con dolor te brindo,
Insignias de la vida: ve y escoge.
Este, es un yugo: quien lo acepta, goza:
Hace de manso buey, y como presta
Servicio a los eñores, duerme en paja
Caliente, y tiene rica y ancha avena.
Ésta, oh misterio que de mí naciste
Cual la cumbre nació de la montaña,
Ésta, que alumbra y mata, es una estrella:
Como que riega luz, los pecadores
Huyen de quien la lleva, y en la vida,
Cual un monstruo de crímenes cargado,
Todo el que lleva luz se queda solo.
Pero el hombre que al buey sin pena imita,
Buey vuelve a ser, y en apagado bruto
La escala universal de nuevo empieza.
El que la estrella sin temor se ciñe,
Como que crea, crece!
Cuando al mundo
De su copa el licor vació ya el vivo:
Cuando, para manjar de la sangrienta
Fiesta humana, sacó contento y grave
Su propio corazón: cuando a los vientos
De Norte y Sur virtió su voz sagrada,-
La estrella como un manto, en luz lo envuelve
Se enciende, como a fiesta, el aire claro,
Y el vivo que a vivir no tuvo miedo,
Se oye que un paso más sube en la sombra!
Dame el yugo, oh mi madre, de manera
Que el puesto en él de pie, luzca en mi frente
Mejor la estrella que ilumina y mata.


Monday, October 17, 2011


AL PARTIR
Gertrudis Gomez de Avellaneda

¡Perla del mar! ¡Estrella de occidente!
¡Hermosa Cuba! Tu brillante cielo
la noche cubre con su opaco velo,
como cubre el dolor mi triste frente.

¡Voy a partir!... La chusma diligente,
para arrancarme del nativo suelo
las velas iza, y pronta a su desvelo
la brisa acude de tu zona ardiente.

¡Adiós, patria feliz, edén querido!
¡Doquier que el hado en su furor me impela,
tu dulce nombre halagará mi oído!

Thursday, October 13, 2011

Para escribir en el álbum de un tirano


Para escribir en el álbum de un tirano

Protégete de los vacilantes,
porque un día sabrán lo que no quieren.
Protégete de los balbucientes,
de Juan-el-gago, Pedro-el-mudo,
porque descubrirán un día su voz fuerte.
Protégete de los tímidos y los apabullados,
porque un día dejarán de ponerse de pie cuando entres.

De "Fuera del juego" 1968 "Heriberto Padilla"

Wednesday, October 12, 2011

El hombre, la hembra y el hambre # 2

... Se vive en la incertidumbre, en una especie de conteo recesivo en espera de que algo suseda. Solo unos pocos iluminados se atreven a pensar o a planear una posibilidad distinta, porque para generarla, para luchar por ella, uno uno debe de estar seguro de que el universo se rige por leyes fijas. Todo plan requiere de una logica que permita anticiparse a un resultado. ( Si marcho en linea recta por este camino, mañana llegare al pie de aquella colina), piensa quien se mueve en una dimension aristotelica. Pero quien se ha criado en un universo ilogico, no euclidiano, sabe que la cadena de acontencimientos no funciona asi. Yo puedo ir caminando en direccion a esa colina para descubrir mañana que llegue al fondo del oceano.

Cuando esa esperanza fallida se repite año tras año, la gente se vuelve esceptica y se anulan sus posibilidades de accion. Y con esa incertidumbre a cuestas no queda otra alternativa que la inaccion absoluta o el escape hacia  "OTRO MUNDO" donde las leyes naturales sean mas previsibles. Cualquier criatura, advertida del peligro, se apresuraria a buscar proteccion contra este sindrome de muerte social; pero no un pueblo desorientado que termino siendo sorprendido por el fuego que el ayudo a encender: O para decirlo en cubano, un pueblo que se mato el mismito como chacumbele.

Fragmento del libro " El hombre, la hembra y el hambre" de la escritora cubana  "Daina Chaviano"

Tuesday, October 11, 2011

El Hombre, la hembra y el hambre

Fragmento extraido del libro  El Hombre, la hembra y el hambre" , de la escritora cubana "Daina Chaviano".


... Ella  habia tratado de explicarselo a un turista italiano que al principio se mostro casi escandalizado, ¿Venderse por blumers, por jabones, por desodorantes? ¿Donde estaba la dignidad de la mujer cubana? Hasta que ella le recordo que en Europa, despues de la segunda guerra mundial, las mujeres se vendian por un par de medias de seda. Y es que los pueblos, cuando han dejado atras la pobreza, empiezan a padecer de amnesia; pero todos han compartido debilidades comunes. cuando unas pasan, luego llegan otras. Y esta era la hora de Cuba, el momento de su maxima miseria, de su peor degradacion, aunque no debido a una guerra. Y eso era lo mas triste : que aquella aberracion no tenia una cusa que la justificara. Parecia mas bien la obra de alguien movido por un odio pertinaz hacia todo un pueblo, que se hubiera dedicado , metodica y sistematicamente, a minar cada rincon de su espiritu, destruyendo cada antiguo pilar que lo sostenia, desde su dignidad hasta su historia.... 

Sunday, October 2, 2011

HIMNO DEL DESTERRADO


"Jose Maria Heredia"


Reina el sol, y las olas serenas
Corta en torno la prora triunfante,
Y hondo rastro de espuma brillante
Va dejando la nave en el mar.
“¡Tierra!” claman: ansiosos miramos
Al confín del sereno horizonte,
Y a lo lejos descúbrese un monte...
Le conozco... ¡Ojos tristes, llorad!

Es el Pan... En su falda respiran
El amigo más fino y constante,
Mis amigas preciosas, mi amante...
¡Qué tesoros de amor tengo allí!

Y más lejos, mis dulces hermanas,
Y mi madre, mi madre adorada,
De silencio y dolores cercada
Se consume gimiendo por mí.

Cuba, Cuba, que vida me diste,
Dulce tierra de luz y hermosura,
¡Cuánto sueño de gloria y ventura
Tengo unido a tu suelo feliz!

¡Y te vuelvo a mirar...! ¡Cuán severo
Hoy me oprime el rigor de mi suerte!
La opresión me amenaza con muerte
En los campos do al mundo nací:

Mas ¿qué importa que truene el tirano?
Pobre, sí, pero libre me encuentro:
Sola el alma del alma es el centro:
¿Qué es el oro sin gloria ni paz?

Aunque errante y proscrito me miro
Y me oprime el destino severo,
Por el cetro del déspota ibero
No quisiera mi suerte trocar.

Pues perdí la ilusión de la dicha,
Dame ¡oh gloria! tu aliento divino.
¿Osaré maldecir mi destino,
Cuando aún puedo vencer o morir?

Aun habrá corazones en Cuba
Que me envidien de mártir la suerte,
Y prefieran espléndida muerte
A su amargo, azaroso vivir.

De un tumulto de males cercado
El patriota inmutable y seguro,
O medita en el tiempo futuro,
O contempla en el tiempo que fue,

Cual los Andes en luz inundados
A las nubes superan serenos,
Escuchando a los rayos y truenos
Retumbar hondamente a su pie.

¡Dulce Cuba! en tu seno se miran
En su grado más alto y profundo,
La belleza del físico mundo,
Los horrores del mundo moral.

Te hizo el Cielo la flor de la tierra:
Mas tu fuerza y destinos ignoras,
Y de España en el déspota adoras
Al demonio sangriento del mal.

¿Ya qué importa que al cielo te tiendas,
De verdura perenne vestida,
Y la frente de palmas ceñida
A los besos ofrezcas del mar.

Si el clamor del tirano insolente,
Del esclavo el gemir lastimoso,
Y el crujir del azote horroroso
Se oye sólo en tus campos sonar?

Bajo el peso del vicio insolente
La virtud desfallece oprimida,
Y a los crímenes y oro vendida
De las leyes la fuerza se ve.

Y mil necios, que grandes se juzgan
Con honores al paso comprados,
Al tirano idolatran, postrados
De su trono sacrílego al pie.

¿A la sangre teméis...? En las lides
Vale más derramarla a raudales,
Que arrastrarla en sus torpes canales
Entre vicios, angustias y horror.

¿Qué tenéis? Ni aun sepulcro seguro
En el suelo infelice cubano.
¿Nuestra sangre no sirve al tirano
Para abono del suelo español?

Vale más a la espada enemiga
Presentar el impávido pecho,
Que yacer de dolor en un lecho,
Y mil muertes muriendo sufrir.

Que la gloria en las lides anima
El ardor del patriota constante,
Y circunda con halo brillante
De su muerte el momento feliz.

Al poder el aliento se oponga,
Y a la muerte contraste la muerte:
La constancia encadena la suerte;
Siempre vence quien sabe morir.

Enlacemos un nombre glorioso
De los siglos al rápido vuelo:
Elevemos los ojos al cielo,
Y a los años que están por venir.

Si es verdad que los pueblos no pueden
Existir sino en dura cadena,
Y que el Cielo feroz los condena
A ignominia y eterna opresión,

De verdad tan funesta mi pecho
El horror melancólico abjura,
Por seguir la sublime locura
De Washington y Bruto y Catón.

¡Cuba! al fin te verás libre y pura
Como el aire de luz que respiras,
Cual las ondas hirvientes que miras
De tus playas la arena besar.

Aunque viles traidores le sirvan,
Del tirano es inútil la saña,
Que no en vano entre Cuba y España
Tiende inmenso sus olas el mar.